Declaración artística

 

 
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Pinto por que no puedo imaginarme una vida sin pintar, mi obra es para mí una necesidad primaria de expresión y una forma de entender al universo y a la gente.

La forma en que me aproximo al proceso creativo siempre es libre, palpo sensaciones o temas que llaman mi atención y los reinterpreto. Haciendo una retrospectiva siento que hay una clara evolución en los temas que trato y formas de expresión aunque también hay un componente en común que define mis obras creando una línea propia de expresión.

El alma es mi principal punto de exploración, es imprescindible para mi que mi obra exprese sentimiento.

Con frecuencia me siento atraída por emociones como alegría, lucha, reivindicación, fortaleza, solidaridad, ternura, pero siempre en un contexto humano utilizando como recurso la ironía y los contrastes. El poder llevar mitos antiguos al aquí y ahora con un componente emotivo reforzado por la mirada que desemboca en un arcoíris de color es tal vez mi principal fascinación.

La representación prehispánica de la muerte llevada al presente con una mirada llena de vida, obras que tratan temas como la lucha contra el cáncer, la desaparición de mujeres, los asesinatos en Ayotzinapa. Dioses mesoamericanos reinterpretados y mitología maya que no tienen representación gráfica, solo tradición oral.
Yo empecé a formarme en pintura por que sentía la necesidad de extraer la imágenes de mi cabeza y plasmarlas, pero a menudo durante el proceso creativo la obra me va dirigiendo, muchas veces el resultado final varía de la primera idea pero es mucho más rico si escucho a la obra, es como si tuviera vida propia.

En mi proceso creativo generalmente tengo una imagen en la cabeza que surge de experimentar situaciones, me gusta observar a la gente, sus expresiones, su día a día, como interactúan o reaccionan.
Mis principales referentes se hayan en civilizaciones antiguas, disfruto de ir a museos o ruinas y colecciono detalles que llaman mi atención en una libreta a la que vuelvo como referencia cuando quiero plasmar una obra.
Todo esto crea un mundo de imágenes en mi cabeza que se articulan en un sentimiento que me mueva, termino mi búsqueda de referencias en la naturaleza, libros, películas o internet. Selecciono la música que más se parezca a esas emociones y defino la paleta de color, en ese momento somos yo, la música, los colores y el lienzo en blanco listos para emprender el camino que variará según la obra me vaya guiando, esa armonía y fusión de sentimientos entre lo antiguo y lo moderno es mi eterna búsqueda de expresión.

Cuando una obra esta acabada espero una reacción por parte del espectador, ya sea que les guste o que no les guste, lo peor para mí sería la indiferencia, y lo ideal que lo reinterpreten a través de sus propias experiencias y sentimientos haciéndola suya.


 
Retratos
Portrait
Day of the death